Se acaba de hacer público el
relevo
generacional
en los poderes
políticos
de
China, quienes están
interesados
en una mayor limpieza
y transparencia en el
modo
de
gobernar, así como la búsqueda de
un
nuevo
modelo
de
crecimiento
económico
no tan basado en las
exportaciones.
Es fácil pensar que en la próxima década los poderes chinos trabajarán por un desarrollo interno del país, evolucionando hacia una mayor calidad de vida, reducción de la pobreza, creación de infraestructuras, apertura al exterior, apertura a la democracia... etc.
Cabe esperar
que
haya
un
mayor espacio para la industrialización
en el resto
del
mundo:
India, Turquía, EEUU e incluso EU.
EEUU lleva
ya algunos años
esforzándose
por reindustrializar su país, aunque con resultados dudosos
y en las últimas noticias parece que se acercarán algo a las políticas de austeridad europea, tan
necesaria para ganar competitividad en la relación precio-calidad necesario para poder exportar artículos.
España con un
25% de paro
se
encuentra
en situación de
reorientar
su
modelo
económico
hacia
la industrialización, orientando
la fuerza de
trabajo
hacia
la exportación. Fuerza
de
trabajo
que
se
supone
barata
por
ser
muy
numerosa.
A quién le
corresponde
actuar
y tomar decisiones:
los
máximos
responsables
son políticos y empresarios.
¿Y nosotros, los
trabajadores,
podemos
hacer
algo?